La práctica de la agricultura ha sido una de las cuestiones siempre presentes en la investigación sobre los
pueblos del Oriente antiguo. Plantas, personas y propiedad o transmisión de la misma han sido atendidas
por las ciencias de la naturaleza o la Filología y la Historia Antigua. Sin embargo, una demostración
arqueológica sobre el terreno, para identificar espacios de roturación o formas de parcelas parece
improbable. Al fin y al cabo, los miles de años transcurridos sobre la tierra cultivada de las áreas rurales
parecen impedir su hallazgo a través de la arqueología. Sin embargo, algunos descubrimientos recientes
apuntan inesperados resultados: la imagen nítida de la agricultura en el yacimiento arqueológico. Unas
circunstancias ambientales lo han hecho posible, por ejemplo, en el desierto del Dehistán (Turkmenistán).
Agriculture has been a recurrent topic in the study of ancient Near Eastern civilizations. Natural Sciences,
Philology or Ancient History have focused on plants, people, property and property transfer. However,
due to thousands of years of continued use in rural areas, archaeological evidence identifying parcels of
agricultural land and their features seem impossible. Nevertheless, recent findings point to unexpected and
promising results: environmental circumstances in the desert of Dehistan (Turkmenistan) make possible to
have a clear image of agriculture in an archaeological site