On-the-job-training contracts in Italy: Training or flexibility device?

Abstract

The 1997 ‘‘Treu Act’’ reformed the Italian labor market ‘‘at the margin’’. This paper studies the act’s effects on the flows out from on-the-job-training contracts (including both ‘‘Contratti di Formazione Lavoro’’ and Apprenticeship Contracts) into a new labor market status after one year. Applying a multinomial logit model and Fairlie decomposition, our findings suggest that the Treu Reform has shifted firms’ hiring preferences by changing the returns ofworkers’ characteristics. Moreover, with some differences between ‘‘Contratti di FormazioneLavoro’’ and Apprenticeship Contracts, the Treu Reform involved a substitution between transitions into a permanent job and into a new on-the-job-training contract. Interestingly, following the introduction of the Treu Reform, workers need to accumulate more experience in Appren-ticeship Contracts to achieve the same probability of future employment, which suggests that Italian firms value the flexibility characteristics of on-the-job-training contracts more than their training content. The underlying lesson we can draw is that in labor markets with a weak demand of skilled workers, policies aimed at promoting stable employment and avoiding precarious careers should consider the effectiveness of on-the-job training and monetary incentive levels

En 1997, la ‘‘ley Treu’’ reformó el mercado laboral italiano ‘‘al margen’’. En este documento se estudian los efectos de la ley sobre los flujos de los contratos de formación en el puesto de trabajo (tanto contratti di formazione lavoro como contratos de prácticas) en un nuevo estado de mercado laboral tras un año. Aplicando un modelo lógit multinomial y la descomposición de Fairlie, nuestros hallazgos indican que la reforma de Treu ha cambiado las preferencias de contratación de las empresas modificando las características de las ganancias delos trabajadores. Además, incluyendo algunas diferencias entre contratti di formazione lavoro y contratos de prácticas, la reforma de Treu conllevó una sustitución de transiciones por un trabajo permanente y un nuevo contrato de formación en el puesto de trabajo. Curiosamente, según la introducción de la reforma de Treu, los trabajadores deben acumular más experiencia en contratos de prácticas para lograr las mismas probabilidades de empleo futuro, lo que indica que las empresas italianas valoran la flexibilidad de los contratos de formación en el puesto de trabajo más que el contenido de la formación. La lección subyacente que podemos concluir es que, en los mercados laborales con poca demanda de trabajadores cualificados, las políticas destinadas al fomento del trabajo estable y a la evitación de las carreras precarias deberían tener en cuenta la eficacia de la formación en el puesto de trabajo y los niveles de los incentivos económicos